Page 15 - Revista Urdimbres Nº5
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Revista académica Urdimbres #5, Septiembre 2021 Revista académica Urdimbres #5, Septiembre 2021
Resignación, necesidad de olvidar, Allí es donde rodeado de una verde muralla, de plena, pero sí de un grado de madurez y cons- Es decir, la sabiduría que la experiencia de
mimetización con la naturaleza un horizonte estrecho suficiente a mis ojos, ciencia respecto de la imposibilidad de cam- vida le otorgó hace que Lamartine encuentre
y aprendizaje en “El valle”
amo fijar mis pasos, y, solo en la natura, no biar el curso del tiempo o de revertir la muer- consuelo en la naturaleza. Si bien, como en el
El tercer poema de este corpus constituye un escuchar más que la onda, no ver más que los te, por ejemplo. Ahora Lamartine sabe, como poema anterior, se menciona a la muerte, se
punto de quiebre en la actitud del poeta res- cielos. lo expresan los versos anteriores, que los días lo hace, una vez más, desde una actitud de
pecto de lo que siente y de cómo lo procesa. Si se acaban, que la amistad traiciona, que hasta entrega y de reconciliación hacia, en definiti-
bien en las primeras estrofas se hace alusión a las rocas nos abandonan y, sin embargo, lo va, la única certeza que le queda.
la muerte, se lo hace desde una perspectiva vive con entereza e incluso con cierto estoicis-
Pero la superación y madurez que menciono
de aceptación y resignación: mo. Pero, por otro lado, está también la natu-
van más allá de una mera aceptación. Recién
raleza, casi inmutable, que se constituye
Mi corazón hastiado, incluso de esperanza, ya ahora, irónicamente, cuando el poeta es más
como la única certeza, como reflejo de Dios y
nunca más querrá importunar la suerte; como lo único en lo que se puede confiar: consciente que nunca de la cercana llegada de
préstame solamente, cañada de mi infancia su muerte, es cuando mayor admiración,
asilo por un día para esperar la muerte. Mas allí está Natura que te invita y que te ama; esperanzas y ganas de vivir se evidencian en
zambúllete en su seno que ella por ti siempre sus versos:
He aquí el sendero estrecho de la oscura caña-
abre: aunque te cambie todo, Natura nunca
da: del flanco de estas lomas penden bosques amo volver a ver, ya por última vez,
cambia, y es siempre el mismo Sol el que
espesos, que, grabando en mi frente su sombra este sol cuya luz, débil que palidece,
alumbra tus días. a mis pies llega apenas atravesando el bosque.
entreverada, me cubren por completo de paz y
de silencio. En estos días de otoño en que natura expira,
Admiración, sabiduría, reconciliación y a su mirada oculta encuentro encantos nuevos
Teniendo en cuenta que este poema fue escri- Pero este aprendizaje no será posible sin olvi-
esperanza en “El otoño”
to más de un año después de la escritura de do: “tan solo ya el olvido es mi felicidad”. En (…)
“Aislamiento”, puede comprenderse el hecho este sentido, considero que, a medida que la En esta instancia, tanto de la experiencia vital Así, cercano el día de abandonar la vida,
llorando sin cesar la esperanza se evade,
de que el poeta haya resignificado tanto la resignación y el olvido de los eventos pasados del poeta como de los poemas que componen
me vuelvo una vez más, y con mirada ávida
pérdida de Julie como el vínculo indiscutible se van abriendo paso en la vida del poeta, más esta selección, podemos hablar de una verda- contemplo aún sus bienes de los que no he
que mantiene con la naturaleza. Hay, por lo se consolida el vínculo que lo une –ahora dera curva de aprendizaje por parte de gozado.
tanto, una identificación del poeta con el desde una perspectiva más madura y sabia- a Lamartine. “El otoño”, por lo tanto, constituye (…)
Ahora mismo quisiera vaciar hasta los posos
paisaje que lo rodea, mimetizándose con la naturaleza. Es evidente el cambio de actitud la expresión de una sabiduría superadora y de
de este cáliz mezclado de néctar y de hiel:
todos sus elementos: entre los versos en que se le exigía a ese lago una madurez sin precedentes. El poema inicia en el fondo del vaso en que bebía la vida,
que los recuerde y al tiempo que dé explicacio- ya con un tono absolutamente diferente a los acaso allí quedara una gota de miel.
La fuente de mis días como ellos [los ríos] ha
nes, y los versos de “El valle” en que hay una que analizamos anteriormente:
pasado; ha pasado sin ruido, sin nombre y sin Finalmente, la esperanza mencionada tam-
resignación al hecho de que el universo y la
retorno; pero es límpida su onda, y mi alma ¡Yo os saludo oh bosques de verdor coronados, bién se hace visible a través de la sutil men-
naturaleza nos son indiferentes y que no tiene
turbada no habrá considerado de un bello día hojarasca amarilla en la hierba esparcida! ción de la posibilidad de un nuevo amor en su
ningún sentido pelear contra eso:
las luces. En este punto, sin embargo, creo necesario vida:
hacer una salvedad: el dolor sigue presente en
Precisamente, el aprendizaje que comienza a Tus días negros, cortos como los días de otoño,
adquirir el sujeto se manifiesta en esa mimeti- declinan como sombras en cuesta de laderas; el poeta, no desapareció, pero ahora se siente Quizá, entre el gentío, un alma misteriosa
la amistad te traiciona, la piedad te abandona, acompañado por el paisaje: a la mía comprendiera, y me haya respondido
zación y en la tranquilidad que ello le produce:
y sola, tú desciendes por sendero de tumbas.
¡Hola, postreros días! el duelo de natura
con mi dolor se acuna y place a mis miradas.
Como un niño mecido por un canto monótono,
Entonces, no estoy refiriéndome necesaria-
mi alma se adormece al murmullo del agua.
mente a una actitud optimista o de felicidad