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Revista académica Urdimbres #5, Septiembre 2021                                      Revista académica Urdimbres #5, Septiembre 2021


    El recuerdo, la tiranía del tiempo y la bús-  ¿Cómo  es  posible,  oh  tiempo,  que  momentos   El dolor, la indiferencia y el deseo  poema de Lamartine hay una completa impo-
                                                                                               de morir en “Aislamiento”
       queda de trascendencia en “El lago”  divinos, en que el amor nos vierte la dicha en                                       sibilidad de asimilar tanta vida, tanta ostenta-
                                            largas olas, de nosotros se alejen con la misma                                      ción de la naturaleza y no tener la posibilidad
                                            premura que los días de desgracia?          Este poema se desarrolla en tres partes bien   de vivir algo tan insignificante para el universo
    En las primeras estrofas de “El lago”, el poeta                                     claras: descripción del paisaje, presunción de   pero tan caro a él como lo es el amor de Julie
                                            El planteo que se hace en la estrofa duodéci-
    evoca el recuerdo de su amada dirigiendo su                                         indiferencia ante el mismo y aspiración a la   Charles:
                                            ma vendrá a representar el punto de mayor
    discurso  a  la  naturaleza,  específicamente  a                                     muerte para un encuentro ideal en el más allá.
                                            intensidad en el reclamo y el enojo del poeta:                                        ¿A qué pues estos valles, palacios y cabañas,
    aquel  lago  en  que,  no  hace  mucho  tiempo,                                     En la primera parte, ya asistimos a un trata-
                                                                                                                                 para mí objetos vanos cuyo encanto se ha ido?
    ellos se encontraban viviendo su romance. Sin   Eternidad, la nada, pasado, negro abismo,    miento de la naturaleza que refleja otra acti-
                                                                                                                                 Ríos, rocas y bosques, soledades queridas, ¡un
    embargo, ya en la tercera estrofa hay un pri-  ¿qué hacéis con los días que devoráis a diario?   tud del poeta, producto de la angustia por la
                                                                                                                                     solo ser os falta y todo está desierto!
    mer reclamo: “¡mírame! ¡vengo solo a sentarme   hablad: ¿nos tornaréis estos sublimes éxtasis   muerte de la amada. Mientras que en “El lago”
    en la roca / en que ella se sentó”. Creo que ya en   que nos arrebatáis?            las valoraciones de los elementos naturales   En la tercera parte, la unión con el ideal amado
    estos primeros versos comienza a delinearse                                         eran: “noche eterna”, “olas queridas”, “rocas   se  plantea  en  un  espacio  hipotético,  como
                                            Inmediatamente después, el poema comien-
    la íntima relación que forjará Lamartine con la                                     hondas”, “olas armoniosas”; en las primeras   puro deseo que se manifiesta en tanto forma
                                            za  a  disminuir  su  intensidad  y,  luego  de  la
    naturaleza. Incluso me atrevería a decir que, a                                     estrofas de “Aislamiento”, el paisaje cobra un   de suplir esa carencia esencial del sujeto poé-
                                            rabia  que  le  provoca  la  tiranía  del  tiempo,
    partir  de  este  verso,  se  hace  evidente  una                                   aspecto más oscuro y negativo: “lejanía obs-  tico. Desde el punto de vista del espacio, aquí
                                            empieza una suerte de búsqueda de trascen-
    relación más profunda, sincera y sentida con                                        cura”, “inmóvil lago”, “agua quieta”, “espesos   la mirada ha salido de la esfera terrestre y se
                                            dencia en la naturaleza. En estas últimas cua-
    el  paisaje  que  en  la  relación  amorosa  que                                    bosques”… todo en el paisaje parece mimeti-  proyecta sobre la órbita celeste. Es aquí cuan-
                                            tro  estrofas  el  poeta  despliega  una  súplica
    mantuvo  con  Julie  Charles  y  que  funciona                                      zarse con la ausencia de la muerte y con la   do el poema se constituye como la crisis más
                                            frente a la necesidad de aferrarse a una míni-
    como motivo del poema.                                                              tristeza del poeta.                      intensa de todo el corpus en el sentir del poe-
                                            ma esperanza: si el indiferente tiempo no se
                                                                                                                                 ta, porque ya se proyecta el deseo de morir.
    Así,  el  tono  continúa  elevándose  estrofa  a   detiene  ante  nada,  al  menos  que  ese  amor   La segunda parte de este poema constituye el
                                                                                                                                 Precisamente, el despliegue de todo lo que se
    estrofa,  mientras  le  demanda  desesperada-  trascienda en el paisaje. Que el lago, los árbo-  clímax de todo el corpus en cuanto al vínculo
                                                                                                                                 ofrece a la vista del poeta: las colinas, la aurora
    mente a ese paisaje que recuerde las viven-  les, las rocas, el viento, la luna y la rosa den   del poeta con la naturaleza. Ahora sí hay una
                                                                                                                                 y  el  ocaso,  valles,  palacios  y  cabañas,  ríos,
    cias  de  aquella  noche.  Es  entonces  cuando   testimonio  de la  pasada  felicidad, que sean   verdadera interpelación de ella hacia el poeta,
                                                                                                                                 rocas y bosques, la vuelta del sol, todo esto
    pondrá en boca de su amada los versos que   testigos de aquello que el tiempo les arrebató:  quien la enmascara, consciente o inconscien-
                                                                                                                                 viene a reforzar la idea de que ese espacio ha
    hacen alusión al paso del tiempo y comenzará                                        temente, en una absurda indiferencia:
                                             que todo lo que se oye, se ve o se respira, todo                                    perdido  completamente  su  sentido  ante  la
    a exigir respuestas:
                                                        diga: “Se amaron!”               De colina en colina pasa mi vista en vano, del   ausencia del ser amado.
    ¡Para tu giro, oh tiempo! y vos, horas propicias,                                    sur al aquilón, de la aurora al ocaso,recorro
                                            En síntesis, este poema nos sirve para obser-
     ¡suspended vuestro curso! ¡dejadnos saborear                                       todo punto de la inmensa extensión, y digo: “En
                                            var la manera en que Lamartine comienza su
      las rápidas delicias de momentos  felices!                                             ningún sitio me espera la ventura”
                                            relación con la naturaleza a través del recuer-
    Luego el discurso cambia de rumbo y, mien-  do de su amada. En este vínculo que está ini-  En  este  poema  no  se  encuentran  explícita-
    tras antes dirigía sus reflexiones a aquel lago,   ciando, el poeta aún no ha aprendido lo sufi-  mente las preguntas que aparecían en el ante-
    ahora  se  dirige  directamente  al  tiempo.  El   ciente,  porque  incrédula  y  casi  caprichosa-  rior  y,  sin  embargo,  es  en  el  que  mejor  se
    poeta, encarnando a la perfección el estereo-  mente,  exige  que  el  espacio  y  el  tiempo  se   puede apreciar la necesidad desesperada del
    tipo romántico, se abruma ante ese tiempo   detengan  ante  un  evento  tan  insignificante   poeta de comprender tanto dolor a través de
    que  actúa  de  manera  indiferente  ante  los   para el universo como lo son sus sentimientos   la contemplación de la naturaleza. Es un senti-
    instantes de dicha y amor y que es tan arbitra-  hacia una mujer. En el devenir de este trabajo   miento tan intenso que lo deja desahuciado e
    rio en su paso desolador:               veremos cómo esa actitud crece y, finalmente,   impotente, por eso recurre a todo lo que le
                                            cambia, para plantear una relación con otro   muestra  el  paisaje  para  digerir  todo  lo  que
                                            enfoque entre el poeta y la naturaleza.     siente y lo que vive con él. En esta parte del
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